Vive Antonia un momento especial, de transición desde el cante jondo en el que ya era una estrella hacia la delicada sofisticación de la que hizo alarde en Al trasluz, su anterior single. Hoy 22 de febrero presenta Mi momento es mío, segundo adelanto del álbum que lo transformará todo y que verá la luz en el próximo mes de Abril. Mi momento es mío es una explosión de positivismo y energía de tal calibre que certifica el entusiasmo con el que aborda el cambio.
Si Al trasluz era reflexión, Mi momento es mío es luz y color, un tema de satisfacción contagiosa que resume el momento anímico de la cantaora de Huércal (Almería). Es un momento de ilusión, la que produce la exploración de nuevos caminos en una artista que ha consolidado su prestigio en el universo del flamenco. Porque Antonia necesitaba explorarse a sí misma, profundizar en su interior para extraer lo mejor de sus capacidades, y de esa reflexión ha salido un álbum en el que deja de ser Toñi –como era conocida en el ámbito del jondo– para convertirse definitivamente en Antonia.
“El tema trae a modo de una brisa de música fresca un mensaje muy bonito e inspirador de buena energía, muy actual”, resume ella. Es una especie de encomienda con la que quiere llegar a todas las personas, hombres y mujeres, a los que incita a imponerse a las adversidades que la vida va poniendo por el camino. “Y les recuerdo que nadie pertenece a nadie, y que si uno cree que llegó su momento de brillar, no deje pasar el momento. Yo les digo que mi momento es mío”.
Nacida en una familia gitana de tradición jonda, su nueva etapa supone de paso una ruptura con los estereotipos, tanto étnicos como de género. Su andadura profesional comenzó en 2007, cuando empieza a trabajar con compañías de gran prestigio internacional con las que recorrió el mundo. Dos años más tarde, resultaba ganadora del Premio de Cante en el X Concurso Jóvenes Flamencos Federación de Sevilla, lo que le permitió realizar gira en solitario y cambiar su residencia a Sevilla. Antonia entiende su identidad gitana y andaluza como un punto de partida y un espacio al que volver constantemente con influencias de otras culturas, para hacerlo más amplio y rico.
El nuevo proyecto musical que acaba de arrancar es otro paso más hacia lo desconocido, para salir de su zona de confort y habitar un espacio que le permita crecer y aprender, haciendo una música más difícil de definir pero sin perder la identidad y el misticismo de su origen.