La música de José Zárate yace en la oscura pregunta de nuestras dudas para resolverlas con un significado pletórico de luz. En la selección de obras que realiza José Zárate para su presentación en Sony Classical, recordamos sonidos heredados de la gran tradición que el compositor eleva a una categoría de futuro, al crear un explosivo mundo sonoro que formará parte de nuestra herencia.
Alvaro Albiach descubre de manera genial la trascendencia que se encuentra en los recovecos de la música de Zárate. Albiach no solo realiza un trabajo de enorme altura en su calidad de director de orquesta, sino que, más allá, realiza un ejercicio de atomismo y lo muestra para que generaciones venideras entiendan lo que la música es.
En palabras de Juan Carlos Mestre, Premio Nacional de Poesía (2009) y escritor de las notas del libreto:
“Su sintaxis de aquel tiempo es hoy, ante los vacíos de conciencia de la dicción contemporánea, un acto de inteligente encantamiento, aquel acto único que nos revela y permite el acceso a una realidad hasta entonces velada. Zárate, múltiple e intenso en la brevedad de sus locuciones, nos entrega la llave de una casa moral, un lugar en el hogar de los fonemas tímbricos, lo que equivale a otorgarnos un lugar en la esperanza, en la significativa armonía de su quehacer tan utópico como demiúrgico, con el que nos traduce e interpreta el mundo.”