Se trata de un artista con una personalidad especial. Es Pol Granch, que tras estrenarse en febrero con Late, entrega este viernes una nueva muestra de su talento entre misterioso y contradictorio, titulada ‘Perdón por las horas‘. Es otra prueba de que se avecina un artista con mayúsculas, que llega decidido a hacerse un nombre entre los grandes de la música en España y que acaba de anunciar la publicación de su primer EP el próximo 26 de abril.
‘Perdón por las horas’ se acompaña de un inquietante vídeo que profundiza en la importancia de los recuerdos. Es un clip singular para un artista igualmente distinto, que desarrolla su carrera con precisión y que va entregando a sus crecientes seguidores mucho contenido y canciones nuevas. Sus redes sociales son testigos de esa progresión: solo hay que seguirle para presenciar el atractivo de un carisma transmedia. Sirva de ejemplo su canal de YouTube, un contenedor de novedades al que todo fan de Pol Granch está obligado a suscribirse.
Rebelde sin causa de una nueva generación, Granch se confirma como un artista sin etiquetas, de esos a los que se les cae el talento de los bolsillos. Es un talento aparte, como supo reconocer el jurado de la última edición de Factor X, de la que salió vencedor. Pablo Grandjean, su auténtico nombre, exhibió ante las cámaras su carisma y su innata capacidad para emocionar con sus canciones. Y con la variedad como bandera.
Hijo de español y francesa, Pol Granch es una apuesta firme de la música de nuestro país, un chico que siempre quiso ser artista y que es ahora, en 2019, cuando empieza a anticipar las primeras píldoras de una carrera prometedora, en la que ha confiado en David Santisteban y Paco Salazar la producción de su inminente álbum de debut. En sus primeras canciones ya se detecta la variedad de sus referencias, de a Izal a Ed Sheeran, pasando por XXXTentación: indie, pop, trap… También le gustan las baladas, el flamenco, la música urbana y el rock.
Lejos de diluir a Pol Granch, todo ese bagaje resulta uno de sus mayores encantos. Con el castellano como referencia, pero con un perfecto francés como idioma alternativo, como se puede escuchar en este ‘Perdón por las horas’ que acaba de entregar.