Julián Maeso es uno de los músicos de mayor prestigio de España. Tras un período difícil que derivó en Dreams are gone (2012), un disco marcado por la melancolía en el que sumergió su voz en distintas fuentes de la música norteamericana, el multiinstrumentista y compositor toledano reaparece enérgico en One way ticket to Saturn, una obra en la que vuelve a hacer gala de su conocimiento musical enciclopédico y de unas tremendas ganas de mirar hacia adelante.
Lo consigue con una fuerza inusitada, impulsado por unas canciones en las que el optimismo del funk y el rock setentero ocupan el lugar que antes dominaba la nostalgia blues. One way ticket to Saturn, que se publica el 29 de abril, es el contrapunto perfecto a su predecesor. Del disco doble con 19 temas a nueve canciones concisas y directas. “Ahora es el momento. No basta con la esperanza hay que levantarse y luchar”, explica Maeso.
El nuevo Julián Maeso desata una mezcla de estilos que se suceden con rapidez y naturalidad: rock, country, funk, jazz incluso… Su voz vuelve a sonar poderosa, a menudo acompañada por deslumbrantes coros con reminiscencias góspel. Las influencias de Julián se mantienen intactas, pero esta vez le ilumina su vertiente más recia. Con sólo una escucha asoman grupos y músicos como Traffic, Leon Rusell, The Faces, Derek & the Dominoes y Delaney & Bonnie, Humble Pie, Black Crowes y Tedeschi & Trucks…
“Después de hacer Dreams are gone me apetecía pasar a la acción: dejar los lamentos, vivir el ahora y defender que cada uno debe contribuir a protagonizar el cambio”, explica Maeso. Si su debut en solitario resumía cuatro años especialmente delicados, en esta ocasión el reloj ha avanzado muy deprisa y el músico de Toledo ha trasladado esa urgencia a sus canciones. Casi no hay espacio para las baladas en One way ticket to Saturn. Apenas Get ready, get strong y Through and early honeymoon encajan en la categoría.
I must have been dreaming, tema que abre el disco, será su primer single. Dominado por un contagioso riff de guitarra y por el sonido del órgano Hammond, nos recuerda a Traffic, y también por momentos al álbum 461 Ocean Boulevard de Eric Clapton.
Maeso es un artista curtido en la escena musical española en bandas como The Blackbirds, Speaklow, The Sunday Drivers o The Sweet Vandals, y también como músico en giras de M-Clan, Quique González o Pájaro. Fuera de nuestras fronteras, ha colaborado con The Poets of Rythm, The New Master Sounds, The Soul Snatchers o Corrina Greyson. Y en España, ha acompañado a la diva del soul de Nueva Orleans, Irma Thomas, en su exitosa gira del año pasado.
Grabado entre diciembre y febrero pasado en cinta analógica en los Estudios Brazil de Rivas (Madrid) y masterizado por J.J. Golden de Golden Mastering en Ventura, California, EE UU, el segundo álbum de Maeso lo ha producido nuevamente él mismo con Javier Ortiz y Sergi Fecé (Loquillo y los Trogloditas, Gato Pérez…)
En la grabación participó Ken Stringfellow, con quien compartió concierto e incluso tocó con su grupo, The Posies, en su visita a la última edición del festival Monkey Week del Puerto de Santa María. La nómina de colaboraciones incluye al bluesman madrileño Edu Big Hands; Aurora García, ex cantante de Freedonia; Lyndon Parish, de The Sunday Drivers, o David García El Indio, batería de Vetusta Morla. Paco Cerezo (bajo), Antonio Pax (batería), Pere Mallén (guitarra) integran el núcleo duro de la banda, con la que Maeso se ha presentado en todos sus directos del último año.
Si Dreams are gone (2012) fue considerado por la prensa especializada como uno de los mejores discos de 2012 y fue editado en países como Alemania y Suecia, One way ticket to Saturn es su confirmación y la de su autor. El optimismo enérgico ha triunfado.