Hace 30 años que Pedro Guerra comenzó a cantar en Güimar, su pueblo natal en Santa Cruz de Tenerife. Diez años después, corría 1993, llegó a Madrid. Bajó del avión con su guitarra y una maleta llena de canciones. La ciudad estaba viva y muy pronto corrió el rumor de que un canario de 27 años causaba grandes revuelos en pequeños escenarios. Todo el que se acercaba por locales como Libertad 8 podía asistir a una comunión desconocida entre artista y público. Canciones como El marido de la peluquera, Peter Pan, Greta, Deseo, 2000 recuerdos o Contamíname eran cantadas por todos de principio a fin, envueltos en una burbuja emocional que impactaba. Pedro Guerra había llegado para renovar y refrescar la canción de autor.
Han pasado tres décadas desde que Pedro Guerra comenzó a cantar en las islas, para unirse después a sus compañeros de Taller Canario. Antes, a los 14 años, había compuesto la música de su primera canción (Cathaysa) con letra de su padre. Desde entonces, la música española se ha enriquecido con una discografía impecable de 13 álbumes llenos de canciones cuidadas con mimo y precisión de artesano y creadas a golpe de inspiración y guitarra.
Recuperando aquella misma esencia, solo voz y guitarra, Pedro Guerra publica el 9 de abril de 2013 el triple CD 30 Años, con 54 canciones grabadas en directo que recorren tres décadas de una de las trayectorias más consistentes que ha dado la música en España. Un álbum antológico que no se limita a la recopilación. Hay seis canciones nuevas, otras cantadas a dúo, algunas recuperadas de aquellos primeros tiempos de Taller Canario…
“Durante la gira que hice solo de El mono espabilado, pensé en grabar algunos conciertos utilizando un sistema portátil diseñado para grabar en cualquier lugar con la misma calidad”, explica Pedro Guerra. “Actuar solo con mi guitarra es perfecto porque te permite cantar cada día lo que quieres de tu repertorio, de las canciones escritas desde que comenzé en 1983, cuando debuté en Tenerife. En esta gira compuse canciones nuevas y rescaté del pasado. Grabé en diferentes conciertos, en diferentes ciudades y países: España, Costa Rica, Colombia, Puerto Rico, Bolivia, Venezuela, Estados Unidos… En auditorios en los que había 900 personas o 200”.
El primer concierto se grabó en mayo de 2012. Fueron ocho meses grabando y seleccionando lo mejor cuando Pedro Guerra regresaba a Madrid. Las canciones con artistas invitados se grabaron con el mismo formato y en directo en el Estudio del Piso de Abajo que Pedro Guerra tiene en Madrid, aunque algunos (Bunbury, Silvio Rodríguez, Lenine, Pedro Aznar, Rogelio Botanz, Javier Ruibal) grabaron las voces en sus ciudades y las enviaron. La voz de Ángel González fue extraída del disco La palabra en el aire.
“El criterio ha sido que cada uno de los tres discos pueda escucharse con sentido de obra cerrada, independiente de los otros dos. Son como tres conciertos, uno en cada CD”, continúa Pedro Guerra. “Hay seis canciones nuevas: El país de los desempleados, Casandra, Cuna vacía, Morir contigo, El viaje y Mar de Mármara. Otros temas tienen un significado muy especial: Zapato roto parece nueva pero tiene 25 años; La lluvia de mis botas también fue grabada en aquellos años, al igual que Cathaysa que fue mi primera canción, la compuse a los 14 años con letra de mi padre y la grabé con Taller Canario… Todas conviven en un proyecto común y la esencia es la misma, desde Cathaysa a Casandra, 30 años después”.
Y Pedro Guerra continúa: “Me apetecía hacer una revisión de mi obra solo con guitarra. Puedo, me encanta hacerlo y hay una parte de mi público que me lo agradece. Llevo 30 años y es un buen momento para hacer un resumen.
Cuando me embarco en este proyecto es porque creo que hay canciones como para soportar tres CD. Canciones que no envejecen o que envejecen muy bien. Es el objetivo. El sueño de todos es ser Lennon y McCartney, canciones con un nivel de calidad total y que se escuchan hoy igual que hace 40 o 50 años. Que no pierden la capacidad de emocionar”.
En los 3-CD de 30 Años hay canciones de todos los discos de Pedro Guerra y algunas (pocas) que no solo llevan su firma. Amor en vena tiene letra de Javier Álvarez y música de Pedro Guerra y en Miedo también aparecen los nombres de Lenine y Rodney de Assis. Así nunca volvió a ser es poesía de Ángel González, Pasaba por aquí es un clásico de Luis Eduardo Aute y A primera vista está compuesta por Chico César. Todas las demás, letra y música de Pedro Guerra.
Las canciones de 30 Años son:
DISCO 1
01 Canciones
02 Siete puertas
03 Daniela
04 Se enamoró de un río
05 Caperucita roja (con Bunbury)
06 Oasis
07 Peter Pan
08 Nadie sabe (con Ana Belén)
09 El aire en que no estás
10 Cuna vacía
11 Miedo (con Lenine)
12 Casas antiguas
13 Pregunta por ti
14 Casandra
15 Amor en vena (con Javier Álvarez)
16 Contamíname
17 Nunca más estar triste
18 Cuando Pedro llegó
DISCO 2
01 Papá cantó
02 2000 recuerdos
03 Raíz
04 Lazos
05 El mono espabilado
06 Así nunca volvió a ser (con Ángel González)
07 Morir contigo/5000 años
08 El circo de la realidad
09 Pasaba por aquí (con Luis Eduardo Aute)
10 La lluvia de mis botas
11 Dios
12 Debajo del puente (con Andrés Suárez)
13 Mar de Mármara
14 La maestra
15 El viaje (con Javier Ruibal)
16 El marido de la peluquera
17 Aquella vieja canción
18 Un muchacho de mi edad
DISCO 3
01 Zapato roto
02 Monarca
03 Niña (con Silvio Rodríguez)
04 Lara
05 Quisiera saber
06 A primera vista (con Pedro Aznar y Chico César)
07 El hombre blanco
08 Ofrenda
09 Caravaggio
10 Bebes del río (con Estrella Morente y Josemi Carmona)
11 El país de los desempleados
12 Greta
13 Pasa
14 Dragones verdes
15 Huesos (con Andrés Molina y Rogelio Botanz)
16 Contra el poder
17 Deseo
18 Cathaysa
En el álbum aparecen textos de diferentes personas que comentan la obra, la personalidad y el impacto de la obra de Pedro Guerra. Ahí están Daniel Rabinovich, de Les Luthiers (“Y su mirada brillante sigue sorprendiéndome como entonces”), Iñaki Gabilondo (“Como es bien sabido, Pedro Guerra canta solo para mí”), Andreu Buenafuente (“Pero, de repente, Pedro Guerra coge la guitarra y captura el tiempo. Y se convierte en alguien especial”), Enrique Vila-Matas (“Escuchar a Pedro Guerra como hago desde hace tantos años equivale a saber que el planeta es un mundo abierto para los que se desplazan”), Juan Diego Botto (“La primera vez que escuché Huesos lloré. Era como mezclar a Juan Gelman con César Vallejo. Hoy aún me emociono al escucharla”), Ismael Serrano (“Un muchacho de Güimar que abría todas las ventanas, tendía sábanas blancas, nos enseñaba a cantar”), Juan Cruz Ruiz (“El tiempo lo ha acompañado con la dignidad de la música”), Fernando González Lucini (“Consiguió, de alguna forma, darle un aire limpio y renovado a la canción popular”), Silvio Rodríguez (“Gracias por tu exigencia propia”), Víctor Manuel (“Le invitamos a cantar durante la grabación en el Palacio de los Deportes de Gijón. Canta Dibujos animados y los diez mil, boquiabiertos, se lo comen”), Benjamín Prado (“Yo sólo me fío de las canciones que me engañan; las que al pasar de largo te llevan con ellas; las que me atacan por la espalda; las que cortan a traición como un cuchillo de cocina; las que me apuntan a los pies y me dan en la cabeza… Todas las que prefiero de Pedro Guerra son así. Y son muchas. Y están aquí”)… Y también escriben Soledad Gallego-Díaz, y Carlos García Gual, y Juan Luis Arsuaga…
Palabras que son un reflejo de la capacidad de las canciones de Pedro Guerra para formar parte de la vida de las personas. Canciones que llegan de álbumes como Golosinas (1995), Tan cerca de mí (1997), Raíz (1998), la banda sonora de Mararía (1998), Ofrenda (2001), Hijas de Eva (2002), La palabra en el aire con Ángel González (2003), Bolsillos (2004), el DVD De Golosinas a Bolsillos (2005), Vidas (2008), el CD+DVD Vidas en vivo (2009), Alma mía Versiones Vol. 1 (2009), Contigo en la distancia Versiones Vol. 2 (2009) y El mono espabilado (2011).
Fue en 1983 cuando Pedro Guerra comenzó su carrera, cofundando en 1985 el colectivo Taller Canario con Andrés Molina, Rogelio Botanz y Marisa Delgado. Han pasado 30 años y la figura de Pedro Guerra con su guitarra ya forma parte de nuestra memoria y de nuestra realidad cotidiana. Sus canciones han marcado a más de una generación y muchas aparecen en el álbum 30 Años con la misma esencia con que nacieron, con el mismo aliento, con la misma capacidad de emocionar. A voz y guitarra. Porque como dice Pedro Guerra, “lo importante es ser capaz de hacer una canción que pueda ser cantada con una guitarra, en cercanía, sin artilugios. Nuestro género, nuestro estilo, es así. Lo demás son añadidos”.