Nueva compañía, nuevo sonido, nueva etapa. Ismael Serrano ya es artista de Sony Music, compañía con la que editará este próximo otoño La llamada, su noveno álbum de estudio. Es algo más que un simple cambio de escudería, es el inicio de la búsqueda de un son que remueva el alma y las conciencias, sin abandonar el vuelo poético que siempre ha presidido su música. Producido por Ismael Serrano y Jacob Sureda, el disco llevará al cantautor vallecano de gira por toda España a partir del comienzo de 2015.
La llamada será su regreso discográfico tras la publicación el pasado año de Todo empieza y acaba en ti. Edición vespertina, una reedición en la que colaboró con artistas de la talla de Joan Manuel Serrat, Silvio Rodríguez y Pasión Vega. Su fichaje consolida la tradición de Sony como casa de los grandes de la canción de autor, como el propio Serrat, Joaquín Sabina, Luis Eduardo Aute, Víctor Manuel o Pedro Guerra, entre otros.
Precisamente Serrat, Aute y Sabina son, junto a Silvio Rodríguez y a poetas como Mario Benedetti
o Luis García Montero, algunas de las principales referencias reconocidas por Ismael Serrano, uno
de los mayores exponentes de la nueva generación de cantautores que surgió a principios de los noventa. De Benedetti toma el espíritu de este nuevo trabajo. “Que no se olviden de tu alegría”,canta en la canción que da título al disco, para –tal y como pedía el poeta uruguayo– defender lafelicidad frente al desastre que nos toca vivir.
La llamada son 13 canciones en las que la lucha adquiere carácter de celebración, el desamor se cura al ritmo del candombe y se retrata la épica del desahuciado a golpe de bombo lleno de esperanza. Es una conjura de la ira para vestir de abril plazas y bulevares. Basta de lamentos: es hora de levantar la mirada, grita el cantautor. Como en las tradicionales llamadas del carnaval uruguayo, que convocan al encuentro a golpe de tambor, Ismael nos cita para celebrar que estamos vivos y rebeldes. Lo hace a través del batá y del bongó, del pandeiro y del güiro, de los tambores y de los bombos, y por supuesto de la guitarra y de su serena voz de siempre.
Además de candombe, en La llamada hay bachatas traídas al mediterráneo, son del Caribe, samba para pedir un deseo y casi reggaetón para convertir la tristeza en esperanza. El disco mira al sur más que ningún otro. Al fin y al cabo, según el propio Serrano, Madrid, con su “puerto de mar y el rumor de sus olas”, no deja de ser un malecón latinoamericano.