Hace unas semanas Leiva y Sabina revolucionaban las redes cuando, para sorpresa de sus seguidores, se hicieron eco de un maravilloso momento entre amigos:
“…Siempre me salvan las canciones a voz en grito con amigos.Andamos tramando algo bien bonito Joaquín y yo…”
Leiva y Joaquín Sabina nos dejan ahora disfrutar de aquel encuentro con la publicación de Partido A Partido, un regalo que ambos artistas, apasionados del Atlético de Madrid, han decidido hacer a su equipo del alma, a sus seguidores —la mejor afición del mundo— y, en general, a todos los que sepan soñar partido a partido. Un dúo de cazalla y terciopelo, un medio tiempo emocional y emocionante, de rendido homenaje colchonero.
La canción es la punta de lanza de una relación que viene de largo. Sabina, el viejo maestro con finísimo olfato para el talento, lleva siguiendo los pasos de Leiva desde Pereza. De aquellas surgió un primer acercamiento que cristalizó en el hit Tiramisú de Limón, que el de la Alameda hizo para el de Úbeda. Después llegó la prueba de fuego y Leiva produjo y compuso la música del último de los grandes discos de Sabina, Lo Niego Todo. La alquimia entre ambos es fructífera e incontestable, una suerte de magia de la que no hay receta: se da o no se da. Aquel trabajo conjunto funcionó a las mil maravillas y las letras de Joaquín hallaron acomodo magistral en la música de Leiva. Aquel cimento artístico, de mañanas, tardes y noches escribiendo y musicando en la casa de Rota de Sabina, se ha seguido consolidando con una relación de hermandad que se estrecha cada día más. Dos personalidades muy marcadas, urbanas-pero-bucólicas, que se entienden tanto en el cotidiano de un güisqui on the rocks como en el noble oficio de la estrofa y el estribillo.
Su nueva colaboración, Partido a Partido, es además un regalo que ayudará a promover uno de los proyectos benéficos de la Fundación del Atlético de Madrid, ya que los artistas y su compañía discográfica donarán los beneficios que genere la grabación al proyecto solidario que trabaja para la construcción de dos campos de fútbol sala en el sector 5 de la Cañada Real Galiana (Madrid) y, posteriormente, la puesta en marcha de una escuela socio-deportivade fútbol dirigida a menores de edad. El objetivo de este proyecto es promover la inclusión social, la igualdad de género, la convivencia y la lucha contra el racismo, a través del deporte en general y del fútbol en particular, como valores inherentes a la práctica deportiva.