Tras la descarga de adrenalina de Es mejor sentir, Manolo García vuelve con otra de esas canciones con aroma a obra redonda. Se trata de Caminaré, un tema tan afilado como el primer sencillo y que define un disco de rock como Todo es ahora, rebosante de esas emociones que Manolo García sabe transmitir como muy pocos artistas en nuestro país.
Desde el mismo momento de su publicación, hace dos meses, Todo es ahora se instaló entre los álbumes más vendidos en España. En solo dos meses, su público lo ha catapultado hasta el doble disco de platino, un merecido reconocimiento para uno de los iconos del rock español en absoluta plenitud. Caminaré es, además, una de las canciones más aclamadas por sus seguidores en redes sociales o en su propia web, como corresponde a una composición que destila el aroma del Manolo García más reconocible y reconocido.
El 9 de febrero, el nuevo single se acompañará de un vídeo en el que la participación del público ha sido fundamental. Si en Es mejor sentir se dejó grabar en Nueva York con algunos de los músicos que lo acompañaron en el álbum, intérpretes habituales de gigantes del rock como David Bowie, en Caminaré el protagonismo recae en los seguidores del cantante y compositor barcelonés.
Joan Riedweg, responsable de este y de la mayoría de los clips de Manolo García desde Pájaros de barro, reconoce como un “enorme placer” la dirección de la enorme cantidad de fans que asistieron al rodaje, pero también el lujo de compartir vivencias con el artista durante los cinco días que duró la grabación.
“Hemos andado por más de 100 increíbles parajes, pasando por lugares urbanos, idílicos parques naturales, montañas, pueblos, montes, bosques, viñas, paisajes nevados y un sinfín de lugares que habitan en el videoclip de manera hipnótica, ofreciendo al espectador la idea de un caminante incansable que busca su interior”, describe Riedweg. Como dice la canción, “Caminaré, que el camino cunde tanto que en cien vidas no lo gastaré”.
Todo es ahora, su reaparición tras Los días intactos (2011), es un álbum generoso en guitarras eléctricas grabado en The Clubhouse Studio, en Rhinebeck, estado de Nueva York. Con la aportación de veteranos músicos de la escena local, muchos de ellos habituales en grabaciones de David Bowie, Lenny Kravitz, Bruce Springsteen o John Lennon, Manolo García tejió uno de los trabajos más consistentes de su trayectoria, con el que está logrando el reconocimiento que sin duda le corresponde.