El sueño de Victoria Riba da un nuevo paso con la publicación de No es cuestión de ganar, segundo single de su álbum de debut Mírame. Con apenas 20 años, la joven de Tiana (Barcelona) sigue imponiendo el enorme talento como cantante y compositora del que ha hecho gala en este su primer trabajo, una colección de 12 canciones –casi todas ellas compuestas por la propia Victoria– dominadas por su excepcional voz, su creatividad al piano y su contagiosa sensibilidad.
Esa descarga de lírica y dance que la consagra como una de las grandes promesas de la música hecha en España vuelve a brillar en No es cuestión de ganar. Victoria luce su maravillosa voz y su talento creativo en esta canción que trata de la superación de una relación, y en la que el piano conduce la melodía a lo largo de todo el tema.
Alejandro Sanz fue uno de los primeros en detectar su talento, impresionado con los vídeos caseros que la joven iba colgando en YouTube. Él y su manager, Juan Estrada, padre de una compañera de instituto, la condujeron a Sony Music, compañía con la que fichó para emprender una carrera que promete llevarla lejos. Ahí están las canciones de su álbum de debut para demostrarlo, una combinación de romanticismo y energía soul al servicio de su cautivadora voz.
Pese a su juventud y a su condición de debutante, la cantante y compositora poni se codea con los grandes desde que publicó el primer sencillo. Un buen ejemplo de ello es su aparición en el disco solidario de La Marató, el veterano programa televisivo de TV3, en el que aparece junto a nombres como los de Abraham Mateo, Laura Pausini, Antonio Orozco, Rosana, Rosario o Iván Ferreiro.
La música de Victoria evoca a sus grandes mitos. Se vislumbra en Mírame a Christina Aguilera, Beyoncé, Mariah Carey, Whitney Houston, Alicia Keys o Leona Lewis no solo en sus canciones, sino en la manera de afrontarlas. La producción de Isaac Luque consigue que, sin perder ni un ápice del lirismo ni del ambiente acústico que le es propio, el álbum, grabado en los estudios Vista Music de Barcelona, suene a auténtico pop internacional: bailable, rotundo y emocionante.
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